Mis últimas cuatro carreras han sido un desastre. Como constante, mis pulsaciones crecen por encima de mi umbral de lactato prácticamente desde el comienzo, y justo después del minuto 20 de recorrido, estoy tan extenuado que el lote me deja botado, independientemente si es aquí en Coro o en un circuito nacional.
Me pasó hace un mes en el clásico de la ciudad de Valencia. Me pasó hace dos semanas en la primera etapa de La Vuelta a Lara. En la segunda etapa de la misma competencia me caí espantosamente en el km 10, pero confieso que ya venía "tocado". Y, finalmente, me volvió a pasar hoy en una extenuante carrera aquí en Coro, vía a Las Dos Bocas.
En Valencia estaba sobreentrenado porque el día anterior a la carrera había rodado por 6 horas contínuas pues estaba en la fase final del mesociclo de base.
Para la Vuelta a Lara me pasó algo chistoso. Entrené por más de tres meses para la competencia, y una semana antes me llama un cliente para trabajar en Puerto La Cruz por 6 días. Sin dudas que me siento profesionalmente orgulloso del trabajo que hice allá esa semana, pero, por el ritmo de trabajo no pude siquiera salir a caminar o nadar en la piscina del hotel. De vuelta a Coro salí un día con el grupo en plan de paseo, pero el regreso fue tan intenso que rompí mi récord de velocidad en el plano. No llevé comida suficiente, ni energizantes, y me dio aquel patatús que les relaté el otro día.
Después de la Vuelta he estado convaleciente por la caída, de modo que no he podido salir mucho, y hasta gané 3 kilos. Se me ocurrió que la carrera de hoy podría permitirme una diferencia, pero no, todo fue igual, el lote me dejó botado. Bueno, no tan igual porque tuve oportunidad de pelear (y ganar) el 4to lugar contra un oponente de Dabajuro en un interesante duelo bajo un inclemente sol de domingo. La clave de la victoria fue, a parte de sostener estóicamente el ritmo, saltar los obstáculos de la alcabala de Mataruca cual Mario Bros. Por lo menos no volví a llegar de último.
Mis libros e internet son mi refugio cuando este tipo de cosas me pasa. En el blog de TrainingPeaks, mi sistema de entrenamiento, me dicen que paso por un bajón o "slump", que es normal en cualquier atleta. Las más de las veces el bajón no es sólo en la condición física, sino que sobre todo es mental.
La fórmula para salir de esto pasa por volver al plan de entrenamiento y repasar los objetivos.
De acuerdo con mi plan, esta que viene es una semana de transición antes de empezar desde cero el mesociclo de base; debo hacer cualquier cosa menos subirme a mi bici. Voy a tomarla. Saldré a correr y a nadar bien suave. Además, la próxima semana debe llegar mi rueda para instalarle el medidor de potencia y comenzaré una nueva dimensión en mi entrenamiento.
No me rindo. Hay que seguir adelante porque esto apenas comienza.
Nos leemos la próxima semana.
Freddy.
Domingo, 22 de abril de 2012.
No hay comentarios:
Publicar un comentario